miércoles, 22 de agosto de 2012

YO LO VI DE FRENTE

Textos: José G. Martínez


           Siguiendo con la saga de estas historias, MIS HISTORIAS que han impactado, por su realismo, por su manera de ver las cosas inexplicables y por su complejidad, esa historia que les presentaré hoy tiene algo de escalofriante, por su contenido en imágenes, que trataré de ilustrar hasta el último detalle, tal cual mi abuela me la contó muchas veces, y lo mejor de todo, todas las ocasiones que me las contó, fueron exactamente igual, sin quitarle ni ponerle nada, eso trataré de mostrar acá para que ustedes tengan una idea en su mente.

         Como he dicho en anteriores entregas, este es un pueblo maravilloso, acá el realismo mágico está por todas partes, esta historia se comenzó a desarrollar en el monte, ya que mi abuela se encontraba en él, recogiendo la fruta del cardón, delicioso producto vegetal que acá le dan el nombre de “dato” ó “alefaria”, muy rico en vitamina “C”, y pues, en las situaciones de hambre (Ya que mi familia era pobre de solemnidad), eso paliaba la escasez de alimentos.

         Eran aproximadamente las 12 del mediodía, y estaban, mi abuela y una vecinita (Mi abuela de 19 años y la niña de 14), en la labor de recolección del fruto, cuando de repente, mi abuela ve a un hombre; permítanme describirlo como mi abuela me lo describió sin restarle ni ponerle detalles con las propias palabras de mi abuela: -“Es el hombre más hermoso que he visto en toda mi vida, hasta el sol de hoy, una tez lozana, blanco, de cabellos castaños, todo impecablemente vestido de blanco, sin un detalle fuera de su sitio, saco, chaleco, camisa, pantalón y zapatos, totalmente impecables. Llevaba una leontina de cadena de oro en el bolsillo del chaleco, como las de los relojes de bolsillo… ese hombre YO LO VI DE FRENTE, Y ÉL ME MIRÓ POR ESPACIO DE 10 SEGUNDOS, se viró al frente, y siguió su camino monte adentro”. <En eso me pregunté: -“Este hombre no es de La Vela, ¿Para adónde irá?”>.

         Continuaba mi abuela con su narración y me dice, que a ella no le gustó ese episodio, porque inmediatamente después que ese extraño, enigmático y misterioso hombre pasó, justo de inmediato, el cerro a sus espaldas hizo un fuerte estruendo, como si se venían quebrando los árboles de tallo, y se levantó una polvareda y comenzó a olerse en el ambiente algo muy desagradable como al humo de la pólvora quemada. Inmediatamente, ni abuela recogió los aperos de recolección de datos y alefarias, le dijo apresuradamente a la niña que le acompañaba, que se fueran de una vez de allí hacia el pueblo.

         Ya de camino al pueblo, en dirección opuesta hacia ese extraño hombre se dirigía, y en la salida del monte hacia las primeras casas, mi abuela se encontró con una señora a quien le decían “Tona”, la cual venía acompañada de una niña de aproximadamente 15 años y que portaba un extraño libro negro, muy grande. Se encontraron de frente, ya que Tona y la niña. Se dirigían camino a donde se dirigía ese extraño hombre, y en ese momento de cruzarse fue Tona la que habló: -“¡María… Qué extraño, tu por aquí!”. A lo que mi abuela le respondió: -“Si, estábamos buscando datos en el monte mijita, me provocó y vine a buscar unos, pero el sol está ya muy fuerte y nos vinimos”. Tona le preguntó: -“¿Y en este rato que estuviste aquí, no viste nada raro o extraño?”. Respondió mi abuela: -“Aaah, si, mijita, pora’i pasó un hombre todo vestido de blanco, monte adentro”. Y Tona le respondió entonces: -“Ay, mira pues, como vino, ese es el que trabaja conmigo, mira en la forma que llegó, en forma de hombre, mijita, a veces viene en forma de zamuro o de gato negro… bueno María, nos vemos, me voy, porque me esperan”.

         Mi abuela se había quedado abismada y profundamente pensativa de lo que había acabado de escuchar de boca de la señora Tona. La vida continuaba su curso normal, en un pueblito, donde los acontecimientos, por más pequeños que fuesen, eran un gran suceso.

         Una noche, a los meses se corrió la voz en el pueblo de que la Sra. Tona se estaba muriendo, hubiese sido un suceso normal para todos, pero se comenzó a decir que algo extraño y feo estaba ocurriendo.

         Mi abuela algo curiosa fue a ver de qué se trataba, eran como las 8 de la noche, así sería el revuelo, que este pueblo era, del que ya a las 7 de la noche, todo el mundo, o en su mayoría, estaba durmiendo, ya que no había luz eléctrica y también por las costumbres de la época.

         Lo que mi abuela me contó me impactó mucho en su momento, y confieso que hoy también, llegó a la casa de Tona, y había personas fuera, conversó con conocidos y le dijeron que estaba horrible, que no entrara a verla, estaba agonizando. Mi abuela de curiosa entró, lo que me contó, confieso que me tuvo sin dormir unos días: -“Mijo, estaban allí tres personas, entre ellas la niña de 15 años que le leía el libro que le mencioné anteriormente, las otras dos personas, eran dos señoras mayores que rezaban o ayudaban a bien morir. Su cara era impresionante, estaba como transfigurada, algo oscura, como quemada, la piel reseca, pero muy sudada, y estaba muy ronca, emitía como quejidos con la garganta y pronunciaba frases incoherentes o como lenguajes extraños. Lo que más me impresionó fue ver sus ojos desorbitados mirando al techo como viendo algo hacia el copete de la cama donde se hallaba acostada y de repente, sacaba la lengua de una manera poco usual, como que más afuera de lo que lo haría una persona normal. Hijo, te confieso, que quien la veía una vez, no la veía dos veces, pero yo quise satisfacer la curiosidad.”

         Continuó contando mi abuela: -“Me salí, por dos motivos, el primero que porque en la habitación había en el aire un ‘Cigarrón’ especie de avispón negro que revoloteaba sobre la señora Tona. Y el segundo motivo, fue, porque de repente se empezó a escuchar unas piedras en el techo y voces hablando alto de los espectadores de fuera. Me retiré de la habitación a ver lo que pasaba y era que afuera, en el techo de la casa, estaba un Zamuro, y no me vas a creer, <CANTANDO>, si, emitía como una especie de graznidos muy feos.

         Refiere mi abuela, que lo más electrizante fue cuando en el preciso momento que la señora Tona estaba falleciendo, ese Zamuro emitió un graznido que a muchos de los presentes les erizó los pelos de la piel, y levantó el vuelo hacia el monte. Muchos se retiraron, también mi abuela, algo asustada.

         La historia no concluye acá, termina contando mi abuela, que al día siguiente, en los actos velatorios, en la madrugada, el cuerpo tiende a quedarse solo, por cansancio de los asistentes y también, porque en las afueras se forman grupos de conversación. En esa época, y a la falta de luz eléctrica, se acostumbraba a poner cuatro cirios alrededor de la caja, pues, alguien notó de repente que en la sala, conde reposaba el cuerpo, había como una luz de más, más claramente, una intensidad en la iluminación, además de comenzar a salir humo de la sala, cuando se percataron, dos de los cirios, habían caído sobre el cuerpo de la difunta, consumiéndolo casi en su totalidad, dejándole casi irreconocible. Alarmadas las mujeres asistentes, se pusieron a rezar.

         Este fue el triste episodio de la señora Tona. Confieso que esta historia que me contó mi abuela, siempre me causó impresión y a raíz de eso, siempre me hacía varias interrogantes:

1.    ¿Sería este personaje que mi abuela vio el demonio mismo?
2.    De ser así, ¿Puede presentarle o manifestarse en cualquier forma, de animal o persona?
3.    ¿Puede haber tanta maldad en alguna persona para “trabajar” con el demonio mismo?
4.    ¿Puede haber perdón para el alma de quien trabaje con este tipo de ritos?

Espero que esta historia sea de su agrado, y como siempre también deseo conocer sus opiniones. Gracias por tener la deferencia de leer MIS HISTORIAS, Recordándoles que mi próxima entrega llevará por título: ¿PARA DÓNDE LLEVA A MI MAMÁ?

8 comentarios:

  1. Me gusto muchísimo esta.. extraño ese suceso... realmente misterioso y tenebroso.. recuerdo una historia similar que contaba mi abuela de alguien que cuando murio vino el mismo diablo a buscarle..

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  2. Gracias Qswaldo, esos son los comentarios que me llenan de intriga, de que estas historias son ciertas...

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  3. Hola hermano Jose, esa historia de la sra. Tona, es la misma que te conte sobre mi tia abuela, doña Florinda, pero son muy interesantes tus historias y las sigo leyendo

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  4. Chamo! creo que tengo demasiada imaginación. Se me salieron un pocos la lagrimas del miedo. Sapigato!!! Interesante pero sobretodo escalofriante historia. Se me erizo un poco la piel.

    Por otra parte, no creo que esa persona tenga perdón por semejante ritos. Que magia negra o magia blanca, ninguna de las dos.

    Saludos!!!

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  5. El demonio tiene muchas facetas para presentarse ante los seres humanos, y si hay mucha gente que trabaja con él, después de todo es un espíritu muy fuerte y concede muchas cosas a quien le sirve

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  6. ONSÉKE y JOSÉ LEONARDO MEJÍA. Gracias por sus excelentes comentarios... Eso es lo que pido para estas publicaciones... Sus valiosos aportes...

    MINGO, amigo, eres sin igual... Escribe tu historia y me la envías...

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  7. Como siempre Jose tus historias son geniales.

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  8. Gracias a todas estas hermosas personas, lectores y lectoras tod@s de MIS HISTORIAS...

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