martes, 25 de octubre de 2022

-"Padrino Bendición, pero ¿Usted qué hace aqui?"

Autor: José "Cheo" Martínez

Revisión: Alexis Aguirreche 


        Me siento nervioso, siento esa misma cosquilla como la que sentí el primer día, ese cuando publiqué mi primera historia. Ya han pasado varios años sin entrar a compartir con este viejo amigo, mi blogcito de historias. Hoy me decidí a retomarlo, porque siento que es el momento propio para hacerlo. Creo que quienes me hayan leído antes, estarán facultados para opinar acerca del desempeño y algún cambio que pueden notar en mi pluma, les sabré agradecer por esa sutuleza de su parte.

        También quiero comentarles, por si no se han dado cuenta, que tengo un nuevo corrector, se trata del Sr. Alexis Aguirreche, excelente amigo, nativo de La Vela, docente de matemáticas por muchos años y gran barista de café, bebida cordial que hemos compartido en numerosas ocasiones en el remanso de paz de su casa, en largas tertulias del acontecer del planeta en todas las épocas. Gracias Alexis por aceptar pasearte tu primero por estas líneas y hacer tus acotaciones para que nuestros lectores disfruten al pleno de estos relatos, por cierto, verdaderos.

        Esta es la continuación de una historia que ya había comenzado, La historia de Frankie. rodeada de sucesos algo extraños para mi, donde una vez más me siento involucrado de alguna u otra manera; pueden leerla: "Quiero comer pescado".

        Fallecido el niño, mi Padrino (Que es el protagonista agregado de esta segunda historia), mandó a hacer en su porche, un piso, con el fin de celebrar una reunión íntima con vecinos y amigos, ya que en la costumbre católica, no se les reza a los niños, al menos ellos quisieron hacer algo con qué compartir, ya que estas personas eran muy queridas.

        Echado el piso , el albañil procedió a taparlo con un plástico en la tarde al final de la faena, también para que gatos no lo fueran a deformar pasándole por encima. (No sé qué misterio habrá que perros y gatos les fascina pasar sobre cemento fresco).

        Cual fue la mayor sorpresa, cuando el albañil vino al día siguiente y destapó el piso. Unas huellas o pisadas de pies descalzos de un niño de aproximadamente 4 a 5 años, la edad de Frankie al momento de su muerte se dirigían en sentido hacia la puerta de la sala de la casa de mi padrino. Todos se asombraron ante aquel suceso, no le encontraban explicación y hubo llantos.


        Si, hubo llantos ante tal acontecimiento, pero la vida continuó. En la casa de mi Padrino se entraba por la puerta de atrás, ellos hicieron ese acceso como principal. Entraba uno al porchecito, inmediatamente se conseguía con el comedor, sobrio colonial y un seiboo del mismo juego. Como dando la bienvenida y directamente frenta a la puerta, estaba la foto de Frankie, una que le tomaron, y con ella hicieron un afiche de aproximadamente 50 cm. x 65 cm, eso era costumbre en mi época de niño. La foto era de primer plano y estaba no exactamente de frente, sino mejor,de 1/4 de lado, con la cabeza mirando hacia la puerta. Esa foto estaba en la pared que sería de apoyo a las escaleras que conducían al segundo piso de la casa de mi Padrino. Frankie era un niño particularmente bello, tenía el cabello muy liso, negro azabache y como decimos aqui en Venezuela, corte totuma, parecía un indígena.

Así más o menos era Frankie

        A Frankie siempre lo recordamos con mucho cariño, por habernos dejado impactados de lo inteligente que fue, pese a sus escasos 4 años de edad. Yo siempre que iba a casa de mi Padrino, me llamaba la atención esa foto, le tenía como cierto respeto, cierta extraña admiración, yo sentía para ser exacto mis apreciados lectores, que Frankie siempre estaba ahí, que nunca se había ido. eso sentía yo. Y por lo que se ve, no me equivoqué.

       Los años pasaron, crecí, comencé a trabajar, me casé, hay algo que si quiero hacer notar, mi Padrino, fue para mi, como esa figura paterna, de hecho, cuando conocí a mi padre, él fue que me cargó por la emoción que me dio y el llanto que agarré a los 7 años. Mi Padrino fue lo máximo, sobre todo un dominocista espectacular. Mis primeras cervezas las tomé con él, bajo su tutela. Siempre anduvo muy al pendiente de mi familia, eran dos familias muy unidas.

        Estando yo viviendo ya aqui en Caujarito, se enferma mi Padrino, me entero y voy, al llegar me informan que necesitan donantes de sangre, a lo que de manera inmediata me ofrecí para ser el primero. Doné la sangre y luego, por motivos de obligaciones laborales, tuve que devolverme a casa el día lunes.         

        Nunca mejoró, no se volvió a levantar de la sala de cuidados intensivos, todo fue muy rápido, finalmente, mi Padrino falleció, ese hombre de temple alegre, conciliador, con un enorme sentido dela justicia y lleno de valores como nunca vi en otra persona, ese hombre que tuvo la responsabilidad de presentarme a mi padre y hacer que lo aceptara tal cual era, me dejó, se fue, sencillamente; murió.

        No pude acudir a sus excequias, ya que entre estar algo corto de dinero y los compromisos laborales, no me lo permitieron. Lloré a ese Padrino de manera inconsolable, mi esposa me dio mucho aliento, porque ella sabía lo que quise a mi Padrino, tanto, que ella también aprendio a quererlo.

        Cuando fui a presentar a la Jefatura Civil a mi hija mayor, le dije a mi Padrino que si quería ser testigo del acto y firmar su partida de nacimiento, me dijo que con mucho gusto, que era un honor. Y hablando de honor, debo decir que cuando le preguntaron a mi Padrino su profesión para asentarla en el acta, el orgullosamente dijo: Militar. Si, mi Padrino era un Guardia Nacional del período de los años 40 del siglo pasado y esos Guardias Nacionales tenían un lema que rezaba: "El Honor es su Divisa",  él era uno de ellos.

        Pude ir, solo al último rezo de mi Padrino, les cuento, que cuando llegué a la que fue su casa esa tarde, las lágrimas de sus hijos al verme fueron entristecedoras para el resto de los presentes, sabían todos como me quiso ese Padrino.

        Quiero hacer notar de aqui en adelante, que si han leído mis otras publicaciones, en algunas les manifiesto muy sinceramente que he tenido experiencias extra sensoriales de forma oníricas, o sea, no sé que será, pero mis sueños son extraños, a veces reveladores; a veces me dicen cosas que van a pasar, como a veces son tristes con personas que ya no estan en este plano de los vivos. En reiteradas oportunidades he soñado con personas ya fallecidas, no me asustan, sé que de alguna manera o se trasladan hacia donde estoy, o al contrario, soy yo quien se traslada adonde ellos estan.


         Una noche, luego de la última noche de mi Padrino, como al mes de esos sucesos, aún con el pesar de su partida, me acuesto, normal, como siempre. ¡Qué me voy a imaginar que entrando en el mundo onírico de mis revelaciones sin proponérmelo, me voy a encontrar con zendas personalidades de mi vida! Comienzo a soñar, y veo que voy llegando a la casa de mi Padrino, entro al porchecito, paso, abro la puerta que conduce al comedor colonial antes mencionado, desde la puerta observo todo el movimiario lentamente, el seiboo, cuadros, un tinajero hermoso, todo en el comedor de la casa de mi Padrino, pero me falta algo que no vi, dirijo la vista a donde estaba el foto-afiche de Frankie y cual es mi sorpresa que no estaba, en su lugar estaba parado el propio Frankie, sé que es él por su cabello, pero ya es hombre, está parado en la base antesala de las escaleras que conducen al segundo piso, nos vemos ambos con una mirada fuerte, les expreso mis lectores, que sentí un poco de miedo en el sueño, pero caminé hacia él. Él, me siguió hacia si con su mirada, serios ambos, le llegué entre 35 a 40 cm de separación, cara a cara.

        Me veía, lo veía, nos hablamos con la mirada pero nunca nos dijimos nada, sé que nos hablamos con las miradas, pero nunca pude escucharle en mi mente, él quería solo que lo viera para que notara lo que había crecido, eso lo capté desde el principio. Para cuando tuve ese sueño, contaba yo con 41 años de edad aproximadamente y si mal no recuerdo. Frankie falleció a los 4, yo tenía apenas 7, o sea, mucha agua había pasado por debajo del puente de nuestras vidas, pero su recuerdo en mi estaba intacto. Nunca más lo olvidaré, y ellos se encargaron de que eso fuese así. De hecho, sé de antemano, que los voy a volver a ver, y eso es material para la tercera y última historia de esta trilogía.

        En eso que estamos cara a cara Frankie y yo, de repente percibo a mi costado superior izquierdo, que viene entrando una lusz intensa, que de repente se tornó algo segadora. Venía caminando, adentrándose por las paredes y el piso. Quiero hacer un alto y explicar algo. Las escaleras eran de dos tramos con un descanso a la mitad, subía a la izquierda de mi, y doblaba hacia mi espalda, o sea, hacia la puerta de entrada. cuando yo me percato de la luz, volteo, me viro de medio cuerpo y veo envuelto en esa luz fuerte a mi Padrino. Su uniforme impecable, era verde, lo sé, pero toda su humanidad la vi algo transparente o mejor dicho, traslúcida; entonces, ese uniforme era verde militar traslúcido, llevaba puesta su gorra, todo impecable. Al verlo me asombré, bajó hasta el descanso de la escalinata.


         Tomé valor y a él si le hablé, asumí la iniciativa. le dije muy fuerte y claro: -"¡ Padrinoooo, Bendición, pero ¿Usted que hace aqui?", y me contestó en el acto: -"Dios te bendiga Joseíto; ¿Lo viste? Está grande y hermoso ¿Verdad?"; le respondí, luego de virar la cabeza a ver a Frankie nuevamente y voltear hacia él para retomar el diálogo: -"Si Padrino, grande y hermoso". Aqui mi Padrino se extendió a hablar algo que luego de ese sueño, me siguió inquitendo por años, Me reveló: -"No nos podemos ir aún, el primero fue él, luego me tocó a mi, pero no podemos irnos, porque nos faltan dos mas todavía", Esto me lo dijo con un dejo de nostalgia, tanto así fue, que me encogí de hombros en el sueño, ya que me sentí solidario con él, o sea, me contagió su nostalgia. 

         Mi Padrino se despidió momentáneamente de mi, me dijo: -"Bueno, ahora me toca irme, Síguete portando bien como siempre lo has hecho, y recibe mis Bendiciones. Dios te Bendiga". Eso lo dijo, levantando su mano en señal de la Cruz, recuerdo que le dije: -"Amén Padrino", solo eso le dije, porque me dio la espalda, comenzó a ascender las escalinatas, estuvo de mi, a una distancia de aproximadamente 2 metros, con él se fue yendo la luz fuerte y algo enceguecedora hasta que desapareció por completo. Al percatarme que había desaparecido la luz, y todavía absorto por ese diálogo tan extraño y enredado que casi me dejan en shock, viré a ver a Frankie, pero este ya no estaba tampoco, en su lugar estaba el foto-afiche con su cara angelical de niño de 4 años como siempre hubo estado en el sitio de costumbre, en la base de las escalinatas al segundo piso en la casa de Mi Padrino.

        Cuando soy presa de estas interesantes manifestaciones, me despierto algo cansado, ya que son sueños, al menos estos donde no estoy corriendo ni llevando a cabo esfuerzos físicos como en otros que ya me sucedieron, donde siempre mi cuerpo físico da saltos en la cama, me volteo brúscamente en varias direcciones y siempre que me sucedía, encontraba, al despertarme, a mi esposa (Cuando vivíamos juntos antes de separarnos), sentada a una orilla de la cama, fumandose un cigarro y al despertar, por lo general sudado y reventando en lágrimas, ella muy serenamente me decía: -"Aqui estoy mijito, esperando a que me cuentes el sueño", y por lo general, luego de contarle el sueño, nos poníamos a rezar.

        Esas revelaciones en ese suelo con mi Padrino son iinteresantes que analice en esta entrega, y de ese análisis me quedaron las siguientes interrogantes apreciados lesctores:

1.-    ¿Sigue el crecimiento y desarrollo físico luego que morimos, o fue que Frankie             murió de forma prematura y está cumpliendo su ciclo hasta que le llegue el                 hacer su viaje final?

2.-    ¿Será cierto que el día que tenemos que partir de este mundo terrenal no nos             vamos solos, o sea, nos vienen a buscar?

3.-    De ser así ¿Por qué han de venir a buscarnos?; ¿Corremos peligros al estar                 solos o nos podemos perderen el viaje? y finalmente:

4.-    ¿Por qué mi Padrino me reveló que no se podían ir? ¿Porque faltaban dos más          aún?

        Interrogantes que les voy a dejar en el tintero de sus retinas, para la próxima entrega del desenlace de esta trilogía que pienso titular: -"Y diciéndome adios, se fueron". Mil gracias de mi parte y en nombre de mi amigo y corrector Alexis Aguirreche, por sus comentarios y espero en veerdad que estas historias les gusten tanto, como me gustan a mi.

-"Padrino Bendición, pero ¿Usted qué hace aqui?"

Autor: José "Cheo" Martínez Revisión: Alexis Aguirreche             Me siento nervioso, siento esa misma cosquilla como la que sen...