Texto: José G. Martínez.
Revisión: Sebastian Yaguarshungo
Esta historia es tanto
complicada, como curiosa, porque en ella se involucra la tecnología, en esta
oportunidad haré solo una interrogante, y al principio… ¿Puede alguien
comunicarse con un ente del más allá por medio de un teléfono?
A esta amiga de mi madre, por respeto a su nombre,
llamaremos “CARMEN ACOSTA”, vivió en este mismo pueblo… La Vela, ¿Saben el
porqué de MIS HISTORIAS?, Bueno la respuesta es sencilla, este pueblo, lo
envuelve un manto de características peculiares, muchas cosas curiosas, es un
pueblo tranquilo, hasta bucólico si se quiere, o al menos, cuando de niño venía
a vacacionar era así. Por eso digo, que tanta serenidad, creo que dieron vida a
su característico estilo… Por eso también, asocio a este pueblo con MIS
HISTORIAS y estrechamente al Realismo
Mágico.
Dicho esto, comienzo por decir, queridos/as lectores/as, que
la amiga Carmen, fue una persona muy querida de la casa, cuando veníamos a este
pueblo en vacaciones, nos iba a buscar donde estuviésemos y nos pasábamos un
día en su casa, hermosa casa estilo colonial. De mi madre, una gran amiga de su
infancia, pero como mi familia emigró hacia el centro del país, 500Km de
distancia de acá, en busca de futuro en
el 1.948, mi madre se separó dolorosamente de muchos de sus amigos, abriendo el
mundo y horizontes hacia otros destinos y amigos.
Mi madre comenzó a trabajar en la Telefónica Venezolana como
Operaria, llegando muy prematuramente, con responsabilidad, esfuerzo y
dedicación a ocupar el cargo de Supervisora, e inclusive luego, a Supervisora
Regional.
Recuerdo, que una vez, de visita en su casa, escuché sin
querer a la amiga Carmen, decirle a mi madre: -“Mercedes, cuando me muera, te voy a avisar.”, recuerdo que mi
madre le dijo en esa ocasión: -“Déjate de
vainas Carmen.”, y rieron juntas, pero eso yo estoy seguro que lo escuché.
Pasaron los años, y mi madre me cuenta, que en una
oportunidad que hacía los reportes mensuales, no podía concentrarse, su
cubículo de supervisora, quedaba justo al lado de la sala de las operarias
donde fluía el tráfico de llamadas por cabina. No podía y no podía
concentrarse, porque en su mente estaba clavada la figura de su amiga Carmen
Acosta, la pensaba y la pensaba… en eso ella decidió llamarla, toma el auricular
de su teléfono personal, ya que tenía tres en su escritorio, lo recuerdo bien
por las veces que fui a su oficina, y en el momento que lo pone en su oreja,
sin marcar aún ningún número escucha en la bocina con voz seca, fuerte y
directa: -“Hola Mercedes ¿Cómo estás?”.
A lo que mi madre le contesta como autómata: -“Bien Carmen…”. Sólo eso mi madre pudo decir. Ella inmediatamente
le respondió: -“Entonces me despido
Mercedes, que estés bien siempre…”. Click, escuchó mi madre en el auricular,
ella se quedó unos segundos pensativa y recapitulando: -“Pero yo no marqué su número… ¿O sí?... El teléfono no sonó, yo iba a
marcar y ella apareció.”.
Mi
madre recobró la serenidad inmediatamente y dijo: -“Muchachas, por favor, ¿Pueden buscarme allí el número de la señora
Carmen Acosta en La Vela de Coro?”. Inmediatamente le dieron el número, a
lo que mi madre lo marcó, y timbraba y timbraba y no respondía, volvió a marcar
y el resultado fue infructuoso, hasta que a la cuarta vez, al final le
respondieron y al otro lado de la bocina estaba un joven. Mi madre le preguntó:
-“Buenas tardes, ¿Ese es número XX.XXX en
La Vela?”. El chico le respondió: -“Si
señora, ¿Con quién desea hablar?”. Mi madre replicó: -“Con la señora Carmen Acosta por favor. Dígale que es de parte de
Mercedes, de La Guaira”. El chico le dijo: -“Ay, señora Mercedes, mire, yo soy un sobrino de ella, la cosa es que,
deje informarle, Mi tía Carmen, falleció esta mañana a causa de un infarto, y
yo vine a la casa a buscar unas cosas para llevar a la funeraria, lamento darle
esta noticia.”.
Mi
madre se quedó petrificada al escuchar eso y solo pudo decirle a ese chico: -“¡No puede ser… ACABO DE HABLAR POR
TELÉFONO CON ELLA, eso no puede ser.” Y colgó el teléfono.
La
reacción de mi madre, fue, recoger todo en su trabajo e irse a casa a preparar viaje
urgente para los actos fúnebres, porque ya eran las tres de la tarde cuando
sucedieron estos hechos, hay que notar que el sobrino le dijo que su amiga, la
señora Carmen, había fallecido en la mañana…
Esta
es una historia relativamente corta, pero no menos interesante e impactante,
doy veracidad de su contenido, estaba chico cuando estas cosas pasaron y lo
recuerdo perfectamente. Acerca de la interrogante del comienzo, esa siempre me la hice: ¿Cómo pudo hablar mi madre con esa persona fallecida en la mañana?,
hay que recordar que cuando mi madre levantó el auricular, (Que de paso me
aclaró al tiempo y pude constatarlo, ya que yo también trabajé en la telefónica
por años y es mi campo, que la línea estaba como muerta, no se escuchaba ningún
tipo de ruido), ya esa persona estaba allí en línea, y quien iba a llamar era
mi madre.
Les
dejo la interrogante, no para esperar algún tipo de respuesta, sino para que…
No lo sé, lo piensen.
Una vez más estoy
altísimamente agradecido por la acogida que le han dado a este Blog, a MIS
HISTORIAS, que es de ustedes en su totalidad. Quiero extender un saludo desde
luego también a quien revisa estas historias, mi amigo el Plusero Sebastian
Yaguarshungo, quien sin su estímulo, no me hubiese animado a escribirlas.
También quiero recordarles que nuestra próxima entrega llevará por título:
QUIERO COMER PESCADO.
amigo no esperaba menos de ti de tu inteligencia y si es verdad existe este tipo de comunicacion con los que se van al otro lado como siempre digo solo que a veces no se dan cuenta cuando recibimos las señales y tu mama fue bien perceptiva de que su amiga se habia ido y esta se comunico para despedirse me encanta esta historia tu siempre tu amigo saludos y felicitaciones... por favor recuerda que necesito tu apoyo para poner mis historias por esta via y gracias por guiarme saludos excelente
ResponderEliminarGracias Scarlet... No podía esperar menos de ti... Gracias por ese hermoso comentario, de eso se trata este blog... Semanalmente voy a ir haciendo de dos a tres publicaciones, Gracias por ser especial...
ResponderEliminarBuena historia.. me hace recordar algunas parecidas de integrantes de mi familia.. espero poder afinar detalles para escribirla y pasartela en su oportunidad para ver si es posible compartirla.. saludos hermano.. esperamos las siguientes historias..
ResponderEliminarGracias hermano Oswaldo, muchas gracias... de verdad... esto para mi que ha causado revuelo, sin proponérmelo, y claro que si, pásame tus historias, para nutris ese blog, que a la final es de ustedes... jeje Bienvenido a MIS HISTORIAS
ResponderEliminarcompadre, me dejaste cavilando y de seguro hoy no duermo
ResponderEliminarEstimado Jose, una vez mas nos sorprendes, ahora con este blog de historias, bastante buenas por cierto, en verdad te agradezco la invitación y te felicito, esta historia me quito el sueño, en hora buena Jose..!!
ResponderEliminarPor cierto de ahora en adelante estaré al pendiente de tus publicaciones, nuevamente felicidades..!!
ResponderEliminarEso me regocija... que personas tan de mi alta estima se tomen la molestia de comentar estas publicaciones... gracias mil ALEX GARCÍA
ResponderEliminarJose esta historia me hace pensar de la tragedia de las torres gemelas, allí debe haber mucho material para recoger y estoy segura que mas de uno tuvieron este tipo de experiencias que acabas de contar.
ResponderEliminarLa promesa que hizo la amiga de tu mama la cumplió de comunicarse cuando ella dejaría este mundo, y lo hizo mediante el teléfono, en el mundo espiritual y en el mundo terrenal en el que vivimos el uso de tecnología no es motivo para que un espíritu no se despida, por que es en el uso de la tecnología que dejamos impregnado nuestros halo, marca como deseen llamarlo.